La vejez LGBT+ conlleva a pensar en preocupaciones propias de la tercera edad. Así como también, provoca ciertas inquietudes como es el hecho de pensar en la soledad.
Es abiertamente conocido que los hombres y/o mujeres de la tercera edad de la comunidad LGBT+ sufren de injustos maltratos y episodios de soledad. En muchas ocasiones orquestados por los propios miembros más jóvenes de la bandera arcoíris.
Los jóvenes tienden a rechazar la vejez. Es por lo que debemos hacer todo tipo esfuerzos para demoler al 100% los estigmas sobre la vejez y la comunidad LGBT+.
Romper el estigma del sexo en el adulto mayor LGBT+
Seamos sensatos, pues siendo homosexuales o heterosexuales, la sociedad no comprende que las personas mayores disfrutan del sexo tanto como cuando jóvenes. El estado ideal para los más mayores de la comunidad LGBT+ es lograr en esta etapa de la vida la estabilidad en pareja para disfrutar plácidamente y segura del sexo.
Los hombres gay o mujeres lesbianas mayores no deben estar sol@s, aislado@s o mucho menos deprimid@s.
Recordemos que es una tendencia que los adultos mayores LGBT+ vivan alejados de su núcleo familiar desde muy jóvenes y aunado a esto pocas veces cuentan con hijos. Para ellos, durante la vejez es necesario el apoyo intergeneracional.
Redes de apoyo para los adultos mayores LGTB+
Promover la creación de redes de apoyo para los adultos mayores de la comunidad LGBT+ es un objetivo que debemos materializar. Partiendo desde el mundo de la sexo-diversidad.
Son muchas las personas mayores que viven en espacios para adultos mayores heterosexuales. Y allí tienden a ocultar su verdadera identidad y evitan explicar lo que significa las relaciones amorosas en su entorno. Todo por temor a ser maltratad@s o discriminad@s.
Es por lo que debemos luchar por los derechos sociales de los adultos mayores de la comunidad y promover espacios para la tercera edad con personal competente para que los asistan.
Residencias de ancianos LGBT+.
Una gran mayoría de jubilados homosexuales ameritan de planes de retiro que incluyan viviendas en residencias. Pero diseñadas solo para ser habitadas por adultos mayores lesbianas, gay, bisexuales, transgéneros y +. Pues de lo contrario existe una alta probabilidad de que tengan que entrar al closet, después de haber salido y disfrutado a plenitud.
Ello con el fin de vivir esta etapa de la vida a plenitud y en una acogedora tranquilidad amorosa. España y Francia son algunos de los países que ya cuentan con varios de estos proyectos.
Con esto se apalancan los derechos de los homosexuales, pues viviendo solos pero en áreas habitadas por personas de la comunidad LGBT+ no se sentirán aislados y no llegaran a pasar por episodios de soledad.
Estas iniciativas deben colocarse sobre la mesa en todos los países. México cuenta con una gran cantidad de personas en esta situación que son maltratadas a diario. Y más aún por personas dentro de la misma comunidad.
Nuestros activistas quienes dan la lucha a diario desde diferentes regiones del país ya no se dan abasto con la cantidad de batallas que debemos enfrentar. Queda de nuestra parte comenzar a darle el valor real a nuestros adultos mayores y pensar que el tiempo no pasa en vano.
YA QUE NOSOTROS TAMBIÉN SEREMOS ADULTOS MAYORES…
Nuestra recomendación desde Pride México, es que, si conocemos a un adulto mayor en estas condiciones, brindemosle apoyo moral y recordemos que ellos vivieron su sexualidad en tiempos más difíciles que los nuestros. Apoyémonos todos y no permitamos que se le vulneren su derecho a morir felices.
Pride México.
Es muy triste la situación de muchas de las personas de nuestra comunidad. Tendríamos que tejer más redes de apoyo y tenemos que construir movimientos más fuertes (aunque en algunos lugares quizá tengan que ser secretos para salvar de agresiones a sus integrantes) y para ello tenemos que dejar atrás esa época de individualismo exacerbado de la que venimos. Las personas que no respondemos a lo que el heteropatriarcado esperaría de nosotras tenemos que estar más organizadas, al menos tanto como la gente conservadora, que se reúne un rato todos los fines de semana en sus templos. En torno a una religión atea/agnóstica, no dogmática, feminista, antirracista, ecologista y aliada de los movimientos LGTBIQ, lo conseguiríamos, y seguramente se formarían muchas comunidades. En infiinito5.home.blog escribo sobre ella.